Desde el inicio de la pandemia por SARS-CoV-2 se demostró que la enfermedad no se limita a una afección respiratoria, sino que se produce una respuesta inflamatoria sistémica. Algunos órganos y sistemas pueden sufrir más que otros. El COVID-19 se caracteriza por varios síntomas respiratorios agudos, como dolor de garganta, fiebre, dolor intenso de cabeza, tos seca y, en casos más graves, dificultad para respirar. Las partículas de virus pueden ser inhaladas a través del aparato respiratorio e invadir las células alveolares pulmonares; sin embargo, en algunos pacientes las complicaciones severas incluyen síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y consecuentemente producir choque. Esta presentación es particularmente entre varios grupos de riesgo, incluyendo pacientes mayores, aquellos con hipertensión arterial, obesidad, enfermedad cardiovascular, pulmonar, renal y disturbios autoinmunitarios o cáncer. La proporción de pacientes con COVID-19 a los que se les diagnostica síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) oscila entre el 20% y el 67%. El SDRA es una forma de lesión pulmonar que se produce en respuesta a diversos eventos y se caracteriza por inflamación, aumento de la permeabilidad vascular pulmonar y pérdida de tejido pulmonar aireado. La reducción de la distensibilidad pulmonar se relaciona linealmente con el deterioro de la oxigenación: esto indica que la pérdida de aireación es un mecanismo causante de la hipoxemia, que es el sello distintivo más importante de la fisiopatología del SDRA (1).

Desde el inicio de la pandemia por SARS-CoV-2 se demostró que la enfermedad no se limita a una afección respiratoria, sino que se produce una respuesta inflamatoria sistémica. Algunos órganos y sistemas pueden sufrir más que otros. El COVID-19 se caracteriza por varios síntomas respiratorios agudos, como dolor de garganta, fiebre, dolor intenso de cabeza, tos seca y, en casos más graves, dificultad para respirar. Las partículas de virus pueden ser inhaladas a través del aparato respiratorio e invadir las células alveolares pulmonares; sin embargo, en algunos pacientes las complicaciones severas incluyen síndrome de respuesta inflamatoria sistémica y consecuentemente producir choque. Esta presentación es particularmente entre varios grupos de riesgo, incluyendo pacientes mayores, aquellos con hipertensión arterial, obesidad, enfermedad cardiovascular, pulmonar, renal y disturbios autoinmunitarios o cáncer. La proporción de pacientes con COVID-19 a los que se les diagnostica síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) oscila entre el 20% y el 67%. El SDRA es una forma de lesión pulmonar que se produce en respuesta a diversos eventos y se caracteriza por inflamación, aumento de la permeabilidad vascular pulmonar y pérdida de tejido pulmonar aireado. La reducción de la distensibilidad pulmonar se relaciona linealmente con el deterioro de la oxigenación: esto indica que la pérdida de aireación es un mecanismo causante de la hipoxemia, que es el sello distintivo más importante de la fisiopatología del SDRA (1).